Crónica de Bilbao

Otro hito superado: ya estamos de vuelta de nuestra descarga en Bilborock. Ya regresamos de lo que era nuestra auténtica primera prueba de fuego de la nueva formación de la G. Creo que, aunque todavía estamos en fase de asentamiento, el papel desempeñado por nuestro “nuevo” frontman a las voces se podría calificar como de prueba superada. Dadnos un poco más de rodaje, y veréis...

Después de recoger la furgoneta de alquiler a primera hora y recoger los trastos de matar en nuestro local, partimos sin demora para Bilbao. Pasamos el viaje sin más novedades que las habituales en estos casos: “sube la música que aquí atrás no se oye..”, chucherías varias para engañar al estómago, “¿cuánto queda? / me hago pis…”.

Por fin, y con puntualidad británica, llegamos al bonito recinto del concurso para la prueba de sonido. Intercambio de saludos con la otra banda que tocaba ese día, prueba y sólo un rato para tomar un café antes de ponernos guapos y salir a tocar. Café que nos tomamos al otro lado de la ría que era una zona, llamemos, menos pintoresca…

Teníamos que salir los primeros a las 20:00 horas y, tras asomar la nariz y escuchar el primer “buuuuhh” proveniente de la insigne visita de nuestros amigos de la Dreamaker, Mr Kepeich y Albert Maroto, que, en un momento de supercrecida, decidieron subirse al norte a vernos, nos vimos frente a un público más numeroso del que esperábamos. Tocamos y tratamos de dar algo de la puesta en escena que nos gusta: poses, movilidad y desembarco de los “hachas” a las primeras filas del respetable. La sensación es buena aunque no extraordinaria, como nuestra sensata autoexigencia nos dicta. Además la calidad de Meridian Zero, la otra banda del día, es incuestionable. Del resto de grupos no podemos opinar porque no vimos sus actuaciones, claro. Ya veremos lo que pasa con las clasificaciones…

De vez en cuando está muy bien haber acabado un concierto y recogido los bártulos a una hora temprana. A eso de las 22:00 horas ya nos estábamos arruinando con alguna que otra ronda de pintxos y tratando de informarnos de qué hacer un miércoles noche en Bilbao. La verdad es que el ambiente nocturno no daba mucho juego y acabamos tomando un par de tranquilas copas con los chicos de Meridian Zero en un valiente garito que se mantenía abierto con una reducidísima parroquia. La falta de animación hizo que todos (menos alguno…) fuéramos conscientes del cansancio de la jornada y que decidiéramos retirarnos al hotel a una hora prudente.

La vuelta transcurrió sin grandes novedades aparte de alguna que otra flatulencia descontrolada y de interesantes charlas como futbol, política, chicas o Cum Farters…

Estamos deseando saber si pasamos a la final o nos mandan al garete, pero lo importante es el hecho de haber dado este concierto con esta formación.

Para finalizar, nos gustaría felicitar a la organización del Bilborock por hacer un concurso de rock serio y bien organizado. Y, por supuesto, agradecer a nuestros rivales/compañeros de Meridian Zero por su buen rollo y predisposición en todo momento. Esperamos veros el 4 de junio otra vez allí…

Santiago García (Bajo, y coros)